domingo, 18 de mayo de 2008

A Father's Music

Reflexiones musicales sobre la paternidad, el amor y la vida
Para Otmar Suitner la vida siempre se dividió en dos: profesión y privacidad; Oriente y Occidente, esposa y amante, días de semanas y fines de semana. Pero su pasión por la música fue única e indivisible, así como único fue su hijo Igor Heitzmann, frente a cuya cámara Suitner se confiesa entre temblores y notas musicales.

A father’s Music, documental alemán dirigido por Igor Heitzmann, es un recorrido íntimo y familiar del cineasta quien busca reconstruir la historia de la vida de su padre Otmar Suitner, un afamado conductor de orquesta austriaco y maestro de la Ópera de Berlín Oriental.

El documental parte de la curiosidad del hijo y director sobre la vida de un padre a quien veía solo los fines de semana y cuyos conciertos mundialmente reconocidos él había olvidado o era muy pequeño para comprender. En una meticulosa búsqueda de archivos Heitzmann descubre, no solo las cartas y las fotografías que su madre conserva con devoción, sino videos y grabaciones de cientos de conciertos dirigidos por Otmar.

Al ritmo de Mozart, Strauß, Wagner y tantos otros favoritos del padre, Heitzmann entrevista a su octogenario padre, confronta sus ausencias, le exige una que otra lección de piano y finalmente le pide que dirija una última vez.

El recorrido por la vida del maestro ofrece el interesante contexto de las Alemanias divididas y de la bigamia de Otmar. En oriente estuvo siempre casado y fiel a su esposa y en occidente, siempre enamorado de su amante y madre de su hijo. Las dos lo saben y lo aceptan, así como las dos Alemanias lo reciben y aclaman su música.

Con la caída del Muro de Berlín la vida de Otmar pierde aquel balance perfecto entre comunismo y Occidente, entre esposa y amante y como el colmo de un conductor padece del mal de parkinson y antes de que sus temblores sean más notorios se retira.

Ahora, con más de 80 años Otmar se sienta a la mesa con sus dos mujeres, su hijo y una cámara que indaga en sus percepciones certeras, su humor poco frecuente pero afilado y sus recuerdos de días de gloria.

Otmar es un hombre silencioso que admite con seguridad que él nunca quiso tener un hijo. Ante la paciencia y mirada contemplativa de la madre de Igor quien le recuerda cómo habían planificado tenerlo, Otmar se ablanda y ríe.

Padre e hijo comparten al fin un recuerdo en común: la búsqueda de memorias, este viaje por el pasado, por la música y por las verdaderas pasiones de ambos que se convertirá al fin en un legado para ambos.

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