domingo, 11 de noviembre de 2007

La Selección Oficial

Partes usadas, Aarón Fernández (México)
Iván, un joven de 14 años vive con su tío Jaime. Ambos comparten una caja de lata donde guardan sus ahorros para poder irse a vivir a los Estados Unidos. Cuando Jaime nota que lo que están juntando con su poco trabajo y los pesos que Iván trae de sus jornadas en la lavadora de autos, y que además, su novia quiere a como de lugar unirse al plan de viaje, entonces decide entrenar a Iván en la misión de robar partes de autos para poder venderlas en el mercado negro y así acelerar la recaudación de fondos para la próxima salida de mexicanos con rumbo a los EEUU.

Partes usadas es una película colorida que se comunica con el espectador a través de la inocencia de los protagonistas más jóvenes, que son sencillamente auténticos en sus acciones. Pese a que están robando disfrutan de la simpatía y complicidad del público. Su perfil de antihéroes juveniles y vándalos se desdibuja fácilmente ante sus sentimiento genuinos y sus deseos tan simples como ingenuos.

La película presenta un panorama general de tensión social ante la violencia, los robos, la migración, la incomunicación, las familias disfuncionales, que se contrapone al sentido del humor y un optimismo que no se doblega ante ninguna casualidad ni coincidencia.

“I want to make much money” es una de las consignas que mantendrá vivo el espíritu del viaje y que definirá quien cruza la frontera y quien se queda.


Aarón Fernández

De 1991 a 1996 realizó estudios de cine en París en la Universidad de La Sorbona, donde obtuvo su maestría en Estudios Cinematográficos y Audiovisuales, con especialización en dirección y guión. Partes usadas es su ópera prima.

Sobre Parte usadas: “Es una película de relaciones humanas”. “Es una historia de lealtad”.

El director, en una entrevista con Filmeweb:

Sobre las dificultades de filmar una ópera prima: “Nadie te ‘pela’, sobretodo cuando eres un ilustre desconocido como yo. Bueno no ilustre, pero si poco conocido; tenía cuatro cortometrajes, de los cuales dos se hicieron aquí en México. No hay mayores dificultades económicas por que sea una primera película o una segunda, las dificultades siguen siendo las mismas. La ventaja es que tienes el beneficio de la duda. Te miran así como “¿por qué no?”. Entonces, en un país relativamente joven en donde la industria es muy artesanal y se necesita talento nuevo, creo que me beneficié de eso, de esa curiosidad que hay hacia los nuevos cineastas. De hecho, creo que mi película la hice en un contexto o en un tiempo realmente muy especial. Fue un año en que se produjeron como unas cincuenta películas, de las cuales, por lo menos, la mitad fueron operas primas.”

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