Una vez conocí a una persona que me aseguró desde la segunda conversación que tuvimos que moriría en alguna guerra, tomando fotos. Ese plan osado que nunca comprendí -y que no sé si se haya cumplido aún- me vino a la mente con una claridad pasmosa mientras veía una tras otra las fotos del mayor fotógrafo de guerra del mundo, James Natchwey, en el documental suizo War Photographer.
Si se pudiera hablar de un manual de supervivencia de guerra, es éste. En el cine no había mucha gente, pero las 25 personas que vivieron desde sus butacas los 90 minutos de Kosovo, Ruanda, Palestina, Indonesia, entre balaceras, machetes, mutilados, entierros y niños muriendo de hambre, no pudieron levantarse con mucha facilidad. Es duro salir a la calle luego de experimentar semejante desgaste de espíritu.
Tal como Nachtwey espera, uno se entera del mundo que existe afuera, reconoce las imágenes más brutales de guerra que nunca se han llegado a publicar, menos aún por estas latitudes sudamericanas.
Una cámara muy audaz sigue a Nachtwey por el mundo, quien carga a su vez sus dos cámaras al hombro, dueño de unos silencios prolongados y dolorosos. Siempre tan absolutamente compenetrado con su trabajo, que parecería que no es humano.
Ha pasado la mitad de su vida comprometido a tomar fotos desde el clímax mismo de la acción. Atrincherado, al pie de las fosas comunes, sus ojos son idénticos a los del criminal y también son los de la víctima. La pasión es demasiado intensa hasta el punto de parecerse de manera drástica a un comportamiento sádico. Sin embargo, Nachtwey desde su mirada profunda y sosegada, dice con pocas palabras aquello que uno espera oír. Sobrevive a la guerra por pasión humana, por deseo de mostrar al mundo su compromiso, por seguridad de que si no toma él las fotos nadie sabrá nunca lo que es la muerte, el horror, el mal, el odio y nadie sabrá que hace falta saberlo para enfrentarlo.
Este manual de supervivencia de guerra, no asegura tal cosa. Pisar una mina es más probable que no hacerlo. Lo único seguro es que matar y sobrevivir pueden ser un arte dependiendo del ojo que las mire y el corazón que sepa imprimirles textura y grandeza.
PST
Manifiesto de Nachtwey:
“In a way, if an individual assumes the risk of placing himself in the middle of a war in order to communicate to the rest of the world what is happening, he is trying to negotiate for peace. Perhaps that is the reason why those in charge of perpetuating a war do not like to have photographers around”.
“The worst thing is to feel that as a photographer I am benefiting from someone else's tragedy. This idea haunts me. It is something I have to reckon with every day because I know that if I ever allow genuine compassion to be overtaken by personal ambition I will have sold my soul. The stakes are simply too high for me to believe otherwise.”
Tomadas del sitio web: http://www.war-photographer.com/
Manifiesto de Nachtwey:
“In a way, if an individual assumes the risk of placing himself in the middle of a war in order to communicate to the rest of the world what is happening, he is trying to negotiate for peace. Perhaps that is the reason why those in charge of perpetuating a war do not like to have photographers around”.
“The worst thing is to feel that as a photographer I am benefiting from someone else's tragedy. This idea haunts me. It is something I have to reckon with every day because I know that if I ever allow genuine compassion to be overtaken by personal ambition I will have sold my soul. The stakes are simply too high for me to believe otherwise.”
Tomadas del sitio web: http://www.war-photographer.com/
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